Hola amigos de la energía solar!
Con esta acogida quiero abrir los post de este blog, un blog en el que voy a clasificar todo el saber disponible sobre baterías para aplicaciones de fuerza solar fotovoltaica, especialmente para instalaciones ocasionales (actividad clásica de la energía solar fotovoltaica) y para el autoconsumo con batería (novedad aplicación que en los expuestos años va a acrecentar mucho, debido al dinamismo de ciertos sistemas asaz conocidos como las baterías de Tesla). El objetivo es aprestar un poco todo ese concepto, que es bastante complicado para novatos.
Y por otro flanco enseñar los procesos de los fabricantes, que siempre han estado innovando para comprar los artículos que disponemos ahora en trayecto, y que muestran una gran diversidad para adaptarse a múltiples penurias, en interpretación de las características de la perseverancia.
Empecemos por una jerarquía de las baterías. No hace falta extraviar el momento en una concreción, dado que todo el orbe sabe que las baterías son un mecanismo utilizado desde antiguo para retener energía eléctrica y poder distribuir de ella cuando se necesita, que no necesariamente coincide con el término de su generación (algo que es especialmente probable en las actividades adonde la generación es fotovoltaica: la luz se utiliza de noche, empero los métodos fotovoltaicos solo producen electricidad durante el día).
Básicamente, las pilas se dividen en dos conjuntos, según el régimen de descarga: las de arranque y las de descarga profunda.
Las baterías de arranque son aquellas baterías que están diseñadas para actuar una descarga inesperada, en aplicaciones en las que se necesita una entrada corriente que debe llevar en asaz poco plazo. Un modelo tipificado de este tipo de baterías son las baterías de inicio de los medios de transporte: la típica batería de coche.
Puede proporcionarnos una cuantiosa corriente en en gran medida poco momento, luego la longevidad de esa descarga es reducida. Todos habréis tolerado ese tiempo en el que el motor de nuestro automóvil tiene algún brete, e intentamos arrancar una y otra oportunidad, incluso que después de poco más de una docena de arranques, la pila del coche empieza a denotar indicios de desmayo.
La corriente que se necesita para navegar un motor de inicio que a su ocasión mueva todo un cigüeñal satisfecho de cilindros que comprimen aire en sus operadoras de ignición durante unos cuentos ciclos, es harto exagerada. De ahí la urgencia de emplear baterías de arranque en aplicaciones en transportes.
Por otro costado, las baterías de descarga profunda, son baterías que si bien el amperaje durante su descarga está más limitado, pueden perdurar esa descarga de bajo amperaje durante un lapso mucho máximo, manteniendo unos niveles de agitación oportunos durante todo ese tiempo.
Dos dechados unificados de estas baterías son las pilas de tracción (explotadas en transportes eléctricos como carretillas, maquinas de limpieza, carritos de golf, etc.) y las baterías estacionarias (aprovechadas en aplicaciones de energía solar y Sai-ups). Estas acumuladoras tienen en común que se suelen descargar con una corriente baja en relación a su capacidad, no llegando mas allá de un 50% de descarga asiduamente, y realizando un ciclo de carga nada más concluido el ciclo de descarga.
Por esta causa a estas baterías se las llama incluso de alto ciclo, porque se repiten exuberantes ciclos de carga y descarga. La fuerza de estas baterías es máximo cuanto último es la profundidad de descarga perseverante, pudiendo haber diferencias de más del doble de ciclos de carga entre una batería que se descarga siempre a excepción de del 25% y otra que se descarga cada trayecto al 50% o más.
Bien, por ahora inmediatamente hemos presentado los sujetos esenciales de acumuladoras. En el próximo artículo sobre pilas hablaremos de otras funciones y tecnologías explotadas.
Empecemos por una jerarquía de las baterías. No hace falta extraviar el momento en una concreción, dado que todo el orbe sabe que las baterías son un mecanismo utilizado desde antiguo para retener energía eléctrica y poder distribuir de ella cuando se necesita, que no necesariamente coincide con el término de su generación (algo que es especialmente probable en las actividades adonde la generación es fotovoltaica: la luz se utiliza de noche, empero los métodos fotovoltaicos solo producen electricidad durante el día).
Básicamente, las pilas se dividen en dos conjuntos, según el régimen de descarga: las de arranque y las de descarga profunda.
Las baterías de arranque de vehículos
Las baterías de arranque son aquellas baterías que están diseñadas para actuar una descarga inesperada, en aplicaciones en las que se necesita una entrada corriente que debe llevar en asaz poco plazo. Un modelo tipificado de este tipo de baterías son las baterías de inicio de los medios de transporte: la típica batería de coche.
Puede proporcionarnos una cuantiosa corriente en en gran medida poco momento, luego la longevidad de esa descarga es reducida. Todos habréis tolerado ese tiempo en el que el motor de nuestro automóvil tiene algún brete, e intentamos arrancar una y otra oportunidad, incluso que después de poco más de una docena de arranques, la pila del coche empieza a denotar indicios de desmayo.
La corriente que se necesita para navegar un motor de inicio que a su ocasión mueva todo un cigüeñal satisfecho de cilindros que comprimen aire en sus operadoras de ignición durante unos cuentos ciclos, es harto exagerada. De ahí la urgencia de emplear baterías de arranque en aplicaciones en transportes.
Las baterías de descarga profunda
Por otro costado, las baterías de descarga profunda, son baterías que si bien el amperaje durante su descarga está más limitado, pueden perdurar esa descarga de bajo amperaje durante un lapso mucho máximo, manteniendo unos niveles de agitación oportunos durante todo ese tiempo.
Dos dechados unificados de estas baterías son las pilas de tracción (explotadas en transportes eléctricos como carretillas, maquinas de limpieza, carritos de golf, etc.) y las baterías estacionarias (aprovechadas en aplicaciones de energía solar y Sai-ups). Estas acumuladoras tienen en común que se suelen descargar con una corriente baja en relación a su capacidad, no llegando mas allá de un 50% de descarga asiduamente, y realizando un ciclo de carga nada más concluido el ciclo de descarga.
Por esta causa a estas baterías se las llama incluso de alto ciclo, porque se repiten exuberantes ciclos de carga y descarga. La fuerza de estas baterías es máximo cuanto último es la profundidad de descarga perseverante, pudiendo haber diferencias de más del doble de ciclos de carga entre una batería que se descarga siempre a excepción de del 25% y otra que se descarga cada trayecto al 50% o más.
Bien, por ahora inmediatamente hemos presentado los sujetos esenciales de acumuladoras. En el próximo artículo sobre pilas hablaremos de otras funciones y tecnologías explotadas.
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